viernes, 18 de marzo de 2011

ENTREVISTA CON ALBERTO FEUERSTEIN, EL MAS GRANDE JUGADOR Y GOLEADOR DE LA HISTORIA DEL BASKET BOLSO

 “Yo me defino como Un Distinto”

Si hay algo que los periodistas deportivos tenemos es la posibilidad de conocer a enormes figuras del deporte uruguayo. Para aquellos que tenemos la chance como hinchas de seguir a nuestro Nacional el nombre de Alberto Feuerstein jamás pasa desapercibido. El año anterior tuve la posibilidad de conocerlo personalmente debido a que buscando material para construir algo de la historia del baloncesto tricolor los caminos me llevaron hacia él. Y valla que me sorprendí por su amabilidad, incluso hasta su esposa Norma me atendió como si me conociera de toda la vida. Y más allá de las 44 fotos que pude scanear y de los datos escritos que pude obtener lo mejor de todo fue encontrar a un matrimonio de abuelos que son orgullo de nuestro querido Nacional. Si algún día tengo la posibilidad de ver la creación de un gimnasio para los deportes en espacios cerrados ojalá que los dirigentes se acuerden y lo bauticen Alberto Feuerstein en homenaje al más grande jugador y goleador del basket tricolor que además se dio el lujo de presidir al club a inicios de los años ochenta conquistando dos liguillas y un subcampeonato en Primeta División, entre 1982 y 1983.
A continuación van unas líneas de una entrevista que vale la pena compartir y para aquellos hinchas que no lo conocen lean la ficha técnica que armé líneas abajo sobre la trayectoria deportiva de Feuerstein.

Sobre sus inicios en el deporte de sus amores, Feuerstein manifestó: “Comencé a jugar al básquetbol cuando tenía trece años, en 1942 me hice socio del Montevideo Rowing Club y allí empecé a jugar. Siempre fui fanático de Nacional y al año siguiente me llevaron a jugar un campeonato interno en el club. Allí hablaron conmigo después que ganamos ese campeonato y me fiché en la categoría Menores. Y en 1944 me subieron a Primera junto con Manuel Roel, de ahí no paré más hasta que me retiré en 1959”.

Capítulo aparte fue la selección principal de Uruguay, a la que se resistieron llevarlo vaya uno a saber porqué, debido a que Feuerstein no solo era un gran goleador, sino que además era un deportista dedicado a su actividad y además de ello respetado por el ambiente basquetbolístico uruguayo, por eso es que nunca pudo festejar uno de los sudamericanos anteriormente mencionados. Ante esta situación mencionó: “La selección principal siempre me fue esquiva, mucha gente no se explicaba porqué me dejaban afuera, sobre todo porque siempre hice las cosas prolijas en la cancha y era un buen profesional, llegaba a todos los partidos en buenas condiciones porque siempre me preocupé por cuidarme el físico. En 1952 también tuve la oportunidad para integrarla y no la quise, porque me estaba por casar con Norma, entonces preferí el casamiento a jugar por la selección”, destacó el artillero.

Hoy día no existe, pero en los mejores tiempos del baloncesto no solo había selección de primera sino también de segunda división. Y sus inicios con la celeste fueron en el combinado nacional de ascenso. Al respecto, Feuerstein dijo: “Cuando tenía dieciséis años me llamó Héctor López Reboledo para integrar la selección de Segunda División que él dirigía. Jugábamos partidos contra Argentina por la Copa Municipios del Plata, la que ganamos varias veces y en la que también gané individualmente campeonatos de tiros libres que se hacían antes de empezar los encuentros”.

El cierre de la década del cuarenta y el inicio de la del cincuenta fue brillante en cuanto a resultados para el basket uruguayo. Nuestro combinado nacional cosechó consecutivamente los sudamericanos de 1947, 1949 y 1953, con los cuales se proclamó el mejor por lejos en nuestro continente.
Eran tiempos en los cuales Estados Unidos no le daba importancia a los certámenes internacionales y en 1950 se disputó el primer Campeonato del Mundo, sobre esos tiempos contó lo siguiente: “En 1950 Argentina fue campeón del mundo en básquetbol, nosotros estábamos veinte puntos arriba de ellos, éramos superiores, pero el destino no nos dejó salir campeones. Estuvimos cuarenta y dos días concentrados en las instalaciones del Parque Central con los demás muchachos que integrábamos la selección uruguaya. Íbamos a partir rumbo a Buenos Aires por el vapor de la carrera desde el puerto de Montevideo a las diez de la noche. Por ese entonces el presidente de Argentina, Juan Domingo Perón tenía problemas con la prensa uruguaya porque acá se era crítico con su forma de gobernar el país hermano. A raíz de eso Perón no permitió que la prensa uruguaya ingresara a su país. Los dirigentes de la Federación se solidarizaron con los periodistas y cuando estábamos en el puerto, tres horas antes de partir nos avisaron que no subiéramos al barco porque no viajábamos. Argentina fue campeón del mundo ganándole a un equipo de Estados Unidos que fue representado por trabajadores de la empresa Caterpillar”.

En la carrera de los deportistas siempre se destacan jugadas insólitas, y sobre ello contó una que no tiene desperdicios: “A mitad de los años cincuenta me acuerdo de una jugada en un partido contra Aguada, ellos nos ganaban por un doble faltando veinte segundos. Para aguantar el marcador nos hacían faltas permanentemente sobre el final, no se tiraban tantos lanzamientos libres como hoy en día, te hacían foul y tenías que sacar de la mitad de la cancha, cada vez que tomaba la pelota me hacían falta para hacer correr el reloj y los jueces lo permitieron. En una me cansé y cuando sacamos del medio me dieron la pelota, yo estaba de espaldas al aro y tiré desde la mitad de la cancha, la pelota entró sequita e increíblemente los jueces dijeron que el tiro no era válido y no solo no lo sancionaron sino que además perdimos el partido”.

Varios fueron los homenajes que recibió en diferentes épocas, sobre los mismos se refirió de la siguiente manera: “Cuando me retiré me hicieron un partido homenaje entre Nacional y Defensor, había una gran amistad entre jugadores y dirigentes de ambos clubes por aquel entonces. Otro homenaje que recibí fue cuando el club cumplió los cien años, Dante Iocco era el presidente del club y me entregaron una plaqueta como padrino del básquetbol de toda la historia del club. Después me hicieron otro homenaje, cuando cumplí ochenta años, fue Jorge Pazos el ideólogo de eso”.

Feuerstein mencionó que uno de los aspectos destacables de su experiencia en los planteles fue que: “Tuve compañeros maravillosos, eso lo remarco y lo voy a remarcar siempre, cuando debuté estaba bien rodeado. Claro que los rivales siempre te van a tratar de achicar, sobre todo si ven que debutás en el primer equipo siendo bastante joven. Pero ahí también está la virtud de cada uno, hay que tener la suficiente personalidad para hacerte tu propio lugar, tanto con tus propios compañeros como contra los rivales que te toquen en cada partido”.

En 15 años de carrera deportiva en Nacional hubo una incidencia clave que lo terminó radiando de las canchas con apenas treinta años de edad: “La peor lesión que tuve fue en 1951, en un partido contra Stockolmo choqué la rodilla contra Adesio Lombardo, tenía veintidós años, sufrí rotura de meniscos y me operaron pero nunca quedé bien de esa lesión. Aguanté todo lo que pude para seguir jugando pero la pierna cada vez me molestaba más y entonces dejé de jugar al básquetbol cuando tenía treinta años”.

Al jugar en ofensiva siempre tuvo una piedra en el zapato, pues encontró un defensor que le amargó varias noches de juego, debido a ello comentó: “El jugador que mejor me marcó fue Silvio Dellepiane, jugaba en Góes, fue el que me costó más pasar cada vez que fui al ataque, siempre se las arreglaba para complicarme en el juego, de todas formas tengo más batallas ganadas que perdidas”.

Respecto de las diferencias de juego, Feuerstein mencionó que las reglas de juego fueron modificando para bien el desarrollo del baloncesto con el paso de los años, declarando al recpeto: “Ahora el juego es mejor que antes, cuando yo jugaba en el Parque Central las áreas se marcaban con ladrillos, los ponían de canto, imagínate, nadie se quería caer al piso cuando jugaba porque te dolía todo. Se jugaba con retención y por eso los marcadores eran bajos, los equipos promediaban entre cuarenta y cincuenta puntos por partido. Además a veces se hacía feo el espectáculo para el espectador porque los jugadores no tenían límite de tiempo para retener la pelota, entonces si ibas ganando se aguantaba la pelota hasta tirar al aro rival y se buscaba errar lo menos posible. Los cambios en las reglas fueron buenos porque eso permite mayor y mejor juego”.

En sus 15 años vistiendo la blusa tricolor se lo consultó sobre cuál fue el mejor estratega que lo condujo, mencionando lo siguiente: “Para mí el mejor técnico que tuve y que vi fue Mario García, un fenómeno en todo sentido, fue el entrenador que nos dirigió a Primera, cuando ascendimos en 1947”.

“Fue el jugador de básquetbol más espectacular que vi”, opinión del basquetbolista Oscar Moglia en un artículo publicado el lunes 16 de mayo de 1983 en El Diario.
Por su parte, otro gran jugador y referente de nuestro baloncesto como lo fue Victorio Cieslinkas lo definió de la siguiente forma: “Era un muchacho sacrificado, tenía mucha habilidad y confianza en los lanzamientos. La altura no lo ayudaba porque era relativamente bajo, igualmente con su habilidad se sacaba los marcadores de encima con una increíble facilidad y así convertirse en el mayor goleador de Nacional en esa época”.

FICHA TÉCNICA DE ALBERTO FEUERSTEIN
Nombre: Alberto Feuerstein Muller.
Fecha de nacimiento: 30 de octubre de 1928.
Lugar de nacimiento: Montevideo (Uruguay).
Estado civil: Casado con Norma Julia Alvarez desde el 13 de diciembre de 1952. Hija: Virginia. Nietas: Andrea y Patricia.
Trayectoria deportiva como jugador: Montevideo Rowing (1942 Menores), Nacional: Menores en 1943 y plantel principal de 1944 a 1959; Selección de Segunda División de Uruguay 1945 a 1947; Selección de Montevideo 1948.
Trayectoria deportiva como Director Técnico: Nacional en 1959 (4 meses).
Trayectoria como Presidente: Nacional de 1980 a 1984.
Títulos obtenidos como Presidente: Campeón del Federal de Segunda División en 1981; Campeón del Torneo Preparación de Segunda División en 1981; Liguillas de Primera División en 1982 y 1983.
Títulos obtenidos como jugador: Campeonato interno de Nacional en juveniles de 1943; Torneo Aniversario del Montevideo Rowing Club en 1945; Torneo Relámpago 1946; Copa Franklin Delano Roosevelt en 1946 y en 1947; Torneo Domingo Martínez Bullesich en 1947; Torneo Especial de la FUBB “Pro Ayuda al Ecuador” en 1949; Cuadrangular Juan Benítez 1954; Campeón Federal de Segunda División en 1958; Campeón del Torneo Preparación de Segunda División en 1958; Copa Municipios del Plata en 1945, 1946 y 1947 (con la selección de Segunda); Campeonato Nacional con la selección de Montevideo en 1948; Campeón del Torneo Especial de Reservas en 1956.
Vicecampeonatos obtenidos como jugador: Vicecampeón Federal de Segunda División en 1947; Vicecampeón del Torneo Primavera en 1954.
Vicecampeonatos obtenidos como Presidente: Vicecampeón Federal de Primera División en 1983.
Galardones personales: Máximo goleador de la FUBB en 1947; Goleador del Federal de Segunda División en 1946 y en 1947; Máximo goleador de Nacional en las temporadas de 1945, 1946, 1947, 1948, 1949, 1950; Nombrado padrino del básquetbol de Nacional en el Centenario de la institución en 1999; Medalla de oro (18 kilates) otorgada por Nacional en 1947, tras haberse consagrado como máximo artillero de la temporada sumando todas las divisionales de la FUBB. Medalla otorgada por Nacional debido a su “Lealtad y Consecuencia” en la década del cincuenta; Medalla otorgada por Nacional tras integrar los planteles en el período 1943-1959; Medalla tras consagrarse campeón de lanzamientos libres en la Copa Municipios del Plata en 1946; Medalla tras consagrarse vicecampeón de lanzamientos libres en la Copa Municipios del Plata en 1947; Campeón de tiro al cesto en el Torneo interno del Montevideo Rowing Club en 1943; Campeón de tiros libres en torneo organizado por el Montevideo Rowing Club en 1946.
Debut en el plantel principal de Nacional: 1944.
Número favorito para jugar: 73.

En las imágenes que coloqué se puede ver al plantel de Nacional de 1947 (Feuerstein es el primero desde su izquierda) y al equipo de Nacional que se coronó campeón en fútbol de América y del Mundo en 1980, posando en el Estadio Centenario junto a los estadounidenses Evans Ford y Rownie Rogers (juntos de particular) entre Alberto Bica y Dardo Pérez. Feuerstein está a su derecha y al lado de Juan Carlos Blanco.

martes, 8 de marzo de 2011

DIRIGIDO POR HORACIO PERDOMO (foto) SERÁ LOCAL EN SAYAGO

Nacional afina detalles con vistas al Torneo Metropolitano de basket

Nacional ya tiene su plantel criollo conformado para darle “batalla” al Torneo Metropolitano, y para este nuevo año el equipo que dirige técnicamente Horacio Perdomo utilizará el gimnasio de Sayago. De todas formas aún resta definir el extranjero a utilizar, vaya tarea la que tiene la Sub Comisión de Basket Ball que preside Walter Grignetti (desde 2007).

El Torneo Metropolitano (Segunda División) dará comienzo el viernes 8 de abril.
80 Aniversario de los clubes Urunday Universitario y Tabaré será la denominación de la competencia. La primera rueda se llamará Raúl Ballefín y la segunda se nombrará Ruben Vázquez.
Las diez instituciones que tomarán parte de la competencia son: Atenas, Capitol, Goes, Larrañaga, Nacional, Tabaré, Urunday Universitario, 25 de Agosto, Verdirrojo y Yale.
No participará Capurro, debido a que por problemas económicos sus dirigentes decidieron no presentarse a la competencia y avisar de forma temprana para no complicar las cosas a último momento, algo por demás destacable. Ante esta situación Capurro desciende a Tercera División.
Días pasados en la asamblea de clubes se resolvió que de todas formas haya un descenso a Tercera (antes de esta situación el descenso solo era de un equipo), para que de esta forma no pierda seriedad el evento.
“No quisimos dilatar más una decisión por el bien del Metro y darle así suficiente tiempo para reestructurar el campeonato”, declaró Pablo Moraz, quien desde el año pasado se desempeña como delegado ante la FUBB.

Forma de disputa, 2 ruedas y Liguilla en sistema play offs

Con respecto al desarrollo del torneo, el mismo se disputará en calidad de todos contra todos local y visitante a dos ruedas.
Posteriormente los seis primeros de la tabla general de posiciones pasarán a una Liguilla (todos contra todos y en cancha neutral) para clasificar al campeón -que ascenderá a la Liga Uruguaya- arrastrando la mitad de los puntos logrados en la primera fase.
Según la posición en la que culminen al cabo de la Liguilla, los clubes juegan play offs al mejor de tres y en cancha neutral, con ventaja de 1-0 al mejor colocado: enfrentándose 2º vs. 5º y 3º vs. 4º.
En tal sentido, los dos ganadores de ambas llaves pugnarán por el segundo ascenso al mejor de tres partidos empezando de 0-0.
Respecto del descenso a Tercera División, los cuatro últimos conjuntos chocarán por la zona permanencia tras finalizar la primera fase a dos ruedas.
Así se enfrentarán 7º vs.10º y 8º vs. 9º, al mejor de tres, en canchas neutrales, con ventaja de 1-0 al mejor colocado. Los perdedores de ambas series jugarán al mejor de tres y en cancha neutral con ventaja de 1-0 al mejor colocado en al fase inicial y el que pierda descenderá.

Refuerzos en los planteles, premio al mejor jugador y 100 mangos la entrada

Otro dato a tener en cuenta es que los clubes podrán reforzarse con un extranjero y tres deportistas Sub 23 de la Liga (con retorno) o un Sub 25 (de la Liga con retorno) y 3 Sub 23 (de la Liga con retorno o 4 sub 23 de la Liga con retorno).
La ficha extranjera o la Sub 25 pueden ser cambiadas dos veces hasta antes de iniciarse la fecha 14. En el caso que un club se refuerce con cuatro Sub 23 no habrá recambio, contrariamente a lo que había pasado en las últimas temporadas.
A nivel individual se premiará al basquetbolista que obtenga el mejor puntaje de valoración durante la temporada regular, o sea sin contar liguilla.
Además a propuesta del presidente del Metropolitano, Andrés Calderón, se dispuso filmar todos los encuentros, tanto para ser usado por los clubes como scouting o por el tribunal de penas en caso de ser necesario para emitir fallos relevantes.
Con respecto al costo de la entrada, el mismo se fijó en $ 100 los tickets generales; mientras que los socios, cuando su equipo sea locatario, y los menores de 12 años tendrán libre acceso.
El incremento en los precios es debido a que los clubes se vieron afectados por el aumento de la custodia policial que de $ 100 por hora pasó a $ 170.

PLANTEL DE NACIONAL PARA EL METROPOLITANO DE 2011
NOMBRE                           PUESTO            NACIMIENTO       ALTURA
Roberto Amaro                    Ala Pivot            8-10-1969                 1,97
Guido Valentín Fernández  Ala Pivot            28-10-1989               1,97
Damián Mujica                     Ala Pivot            28-8-1986                 1,95
Andrés Rivas                       Ala Pivot            6-12-1992                
Sebastián Leguizamón         Alero                  10-1-1984                 1,98
Luis Miguel Olejnik             Alero                  4-2-1984                   1,93
Alejandro Acosta                 Ayuda Base       13-2-1989                 1,86
José Gelos                            Ayuda Base       30-6-1987                 1,90
Facundo Roselli                   Ayuda Base       25-3-1991                 1,90
Aram Tavokjian                   Ayuda Base       18-3-1982                 1,91
Emiliano Giano                    Base                   27-8-1989                 1,80
Santiago Raúl Lacasa           Base                   17-12-1973               1,88
Leonardo Vacca                   Base                   29-9-1977                 1,77
Fernando Gutiérrez                                         16-1-1990                


TIEMPO ATRÁS SUPO SER CAMPEÓN FEDERAL Y TUVO DEPORTISTAS DE GRAN JERARQUÍA

Nacional, una historia que ya cumplió 78 años

El Club Nacional de Football cumplió en el mes de enero 78 años de la aceptación del básquetbol como deporte dentro de la institución.
Pieza fundamental en el inicio resultó ser Roberto Espil, quien fue el intermediario entre la dirigencia tricolor y la del club Springfield, el cual fue la base deportiva para el nacimiento del baloncesto albo.
Si bien hoy día se está inmerso en una categoría de ascenso de la cual no se puede salir fundamentalmente por la falta de apoyo económico, la actual directiva parquense no claudicó jamás desde que está conduciendo al basket, el cual de no ser por ellos a esta altura del nuevo siglo ya estaría desafiliado.
La historia del básquetbol en el Club Nacional de Football comenzó a gestarse por intermedio de Roberto Espil, quien años más tarde se convirtió en presidente de la institución.
Según manifiesta el ACTA 557: “En Montevideo, el 22 de noviembre de 1932 se reúne en sesión extraordinaria la Comisión Directiva del Club Nacional de Football con asistencia de los señores Dr. Delgado, Espil, Chiodani, Lissidini, Rey, Gomensoro Ruano, Repetto, Bottini y Colombo”.
“…El señor Espil propone que el Club organice sus teams de basketball para cuyo efecto realizó ya algunas gestiones. En ese sentido proyectó una fusión con el “Club Springfield”, bajo las siguientes condiciones:
1º El Springfield se incorporará al Club Nacional de Football con sus 25 jugadores y los asociados que así lo deseen.
2º Adoptará el nombre de Club Nacional de Football.
3º El Club Nacional le proporcionará un field adecuado en el Parque Central o donde se repute conveniente.
4º Adoptará los colores del Club Nacional de Football.
5º La actual Comisión Directiva del Springfield se transformará, dentro del Club Nacional, en Sub-comisión de basketball, teniendo amplia autonomía, salvo en materia económica, debiendo solicitar autorización de la Directiva para realizar cualquier gasto.
6º El Club Nacional de Football se hace cargo de las deudas del Springfield que ascienden en la actualidad a $ 350,00 aproximadamente, de los cuales $ 300,00 los abonará a razón de $ 18,00 mensuales, en cuotas, al Banco República, y el resto al contado.
La Comisión aprueba la iniciativa del señor Espil y lo autoriza para ultimar las gestiones de la fusión proyectada…”
Más adelante y transcurridos los primeros días del año siguiente, encontramos que dicha aprobación aconteció de forma unánime, por lo cual se expresa lo siguiente en el ACTA 574: “En Montevideo a veintiséis días del mes de enero de 1933, se reúne en sesión extraordinaria la Comisión Directiva del Club Nacional de Football, con asistencia de los señores Gomensoro Ruano, Chiodoni, Espil, Lissidini, Repetto y Colombo. Asiste también el delegado Sr. Corch.
Se aprueba el convenio y sus modificaciones a suscribirse con el Club de basketball Springfield…”
Y así es como se aprobó por parte de la Comisión Directiva que dirigió el entonces presidente de la institución, José María Delgado (médico y poeta salteño), la llegada del básquetbol al Club Nacional de Football.

El equipo “espectáculo” obtuvo dos Federales en Primera División

En 1933 se tuvo un equipo denominado “espectáculo” integrado por Leandro Gómez Harley (que fue el Nasazzi del basket), Gregorio Agós, Ponce De León, los hermanos Mesa, Crotta, Carlos Gabín, Víctor Latou Jaume y Tabaré Quintans.
Esta base fue vital para lo que llegó después, debido a que los primeros años fueron de bonanza. En 1934 Nacional finalizó como vicecampeón del torneo, el cual fue ganado por Sporting (hoy día fusionado con Defensor).
Y ya en 1935 se consagró Campeón Federal de Primera División.
Aquella escuadra alba de los años treinta fue liderada por Leandro Gómez Harley, conocido como el “Caballero del deporte”, no solo por brillar además en atletismo y remo, sino también por su calidad humana. Entre otros grandes valores con los que contó Nacional figuraban: Héctor Ortiz Garzón, Amílcar Mesa, Cedrés y Gregorio Agós.
Respecto del espectacular título conseguido en el año 1935, según relata el historiador Jesús Arrieta Fontana en le edición número 14 de la Revista Decano (julio-agosto de 1993): “En 1985 al cumplirse el cincuentenario de dicho acontecimiento los presididos por Don José Alonso hicieron una hermosa fiesta en la sede, la cual tuvo una cobertura excepcional ya que se realizó a 96 horas del acto eleccionario. Estuvieron presentes todos los candidatos a la presidencia de Nacional, ahí sentimos una emoción tremenda al conocer a aquellos fenómenos que cuando niños admiramos. Otro recuerdo tremendo fue cuando Nacional ganó un campeonato en el Luna Park jugando contra varios equipos, entre ellos el viejo Sporting de Alejo González (gran hincha tricolor), Atenas y Trouville. En aquellas épocas, antes de la formación del basketball de Nacional existían instituciones más antiguas como Sporting y Atenas donde militaban Roberto Espil y Atilio Narancio. Este dato nos hace ver que cualquier discrepancia sobre este deporte debe tolerarse con total respeto. Ahora Nacional está presidido por la figura juvenil del Dr. Alberto Del Campo, descendiente del legendario “Panchito” Del Campo quien precisamente en el año 1934 iniciaba la rehabilitación de Nasazzi junto al periodista Francisco Corney y el Dr. Raúl Blengio Salvo. Esperamos que el éxito acompañe, que todos los nacionalófilos cooperen con los proyectos a realizar a efectos de obtener fondos para que Nacional pueda encontrarse a sí mismo y darnos grandes satisfacciones”.
La base de aquel equipo de 1935, fiel a la tradición alba con el seleccionado charrúa, y que compusieron: Leandro, Gregorio y Amílcar, estuvieron dentro de la delegación de Uruguay que participó en los Juegos Olímpicos de Berlín (Alemania, en 1936). Aquel combinado uruguayo fue dirigido por Juan A. Collazo, siendo el séptimo puesto el que ocupó nuestro representativo en los JJOO.
A esta altura se encontraban también entre las principales figuras albas Luis Lettieri y René Seoane.
En ese año 1936 Nacional vuelve a repetir el vicecampeonato, escoltando una vez más a Sporting en las posiciones finales.
Pero en 1937 retoma la corona y el equipo tricolor volvió a ser nuevamente campeón.

El declive deportivo lo llevó a Segunda

Ya en 1938 los resultados no fueron los mismos al decaer el nivel de la plantilla principal y esto llevó a que en el año 1941 se descendiera por primera vez, tras los altibajos de las últimas campañas.
Desde 1942 hasta 1947 Nacional participó de los torneos organizados por la Segunda División. Precisamente en el 42, en su primera participación en esta categoría se integró el cuadrangular final junto a Montevideo, Peñarol y Tabaré, del cual no se obtuvieron resultados acordes a las exigencias para retornar rápidamente.
Y al final se logró el ansiado ascenso en 1947, donde el tricolor dejó la divisional tras ocupar el segundo lugar detrás del campeón Tabaré, que lo derrotó 62-50 en la final.
Aquí ya se destacaba quien en definitiva se convirtió en la máxima figura del básquetbol de Nacional, Alberto Feuerstein.
En 1944 fue un promisorio valor y el paso de los años lo convirtió en mejor, jugador, goleador histórico, director técnico y presidente del básquetbol.
Feuerstein se consagró máximo artillero de todas las divisionales de la FUBB en 1947 al marcar la friolera de 1015 puntos en 30 partidos, con lo cual recibió incluso una medalla de oro de parte de Nacional tras semejante conquista nunca antes alcanzada por ningún jugador de Segunda División.
También tuvo un sabor especial, pues en la segunda colocación de goleo quedó un jugador de Peñarol, Martín Acosta y Lara, quien se consagró máximo artillero de Primera.
Durante toda la década del cuarenta y los primeros años de los cincuenta el combinado parquense fue gran animador en el Federal de Primera División; siendo la de 1953 la mejor de las campañas vistas en ese período, logrando victorias importantes.
Por aquel entonces se disputaron campeonatos a dos ruedas, participando dieciséis equipos en el círculo de privilegio.
Alberto Feuerstein, Héctor García, Carlos Moreira, Octavio Pedragosa, Jorge Reggio, Ernesto Rosso y León Slazinskas, fueron de los principales jugadores que se destacaron defendiendo a Nacional. Tan buenas fueron las campañas que el gran Oscar Moglia, capitán de diferentes selecciones uruguayas destacó a Feuerstein como uno de los mejores basquetbolistas de nuestro baloncesto en una entrevista que se le realizó tras su retiro en el año 1972.
No eran tiempos del Cilindro Municipal, y la selección uruguaya disputó internacionalmente (incluso en Sudamericanos) sus partidos en medio de la Platea Olímpica del Estadio Centenario. Hasta los “clásicos” entre Nacional y Peñarol se llevaron acabo en el mencionado reducto.
Pero otra vez el año 1957 fue letal, por lo cual se volvió a descender, retornando a Primera en 1958 después de coronarse en forma brillante campeón en Segunda.
La alegría solo duró una temporada, pues se suscitó un nuevo descenso otra vez a Segunda, después de pelear duramente para no caer a la “B” en un torneo reducido que se propició a mitad del año 1960.
Lamentablemente la magra labor también llevó al elenco a caer a Tercera División (1963), de la cual se asciende a Segunda tras campeonar en 1964.

Dura sanción en el 69 que lo llevó a Tercera y a Cuarta

En 1969 se recibe una dura sanción por profesionalismo, la cual terminó con otro descenso a Tercera en el año 1970. Para colmo fue una época bastante dura para todos aquellas instituciones que no gozaban de “buena salud” deportiva debido a que los campeonatos federales se dividieron en tres series (A, B y C), en lo que refiere a los ascensos, permanencias y descensos respectivos.
Esta situación se dio fundamentalmente para graduar el número de participantes, pues se bajó de dieciséis a doce los clubes en 1970.
Los años pasaron y el equipo siguió cayendo, a tal punto que llegó a militar en Cuarta División durante tres temporadas.
Pero en 1976 se consiguió el título de esa Divisional y el merecido ascenso de forma dramática ante Olivol Mundial, bajo la dirección técnica de José “Bocha” Losada, quien insólitamente a la vez defendía los colores de Cordón como jugador.
Tras participar en dos campañas de Tercera División se consigue el ansiado ascenso en 1978, tras disputar un torneo a dos ruedas con dieciséis equipos, Nacional jugó de local en la vieja cancha del Parque Central.
Pero el ascenso llegó en la cancha de Góes, cuando en enero de 1979 se enfrentó a un duro rival como Miramar, que también peleó esa campaña para ascender.
De aquella plantilla tricolor sobresalió Julio Carlos Dell’Aqcqua, surgido de las propias divisiones formativas del club y que defendió a Nacional en Primera, Segunda, Tercera y Cuarta División.
Otros de los componentes de aquel plantel fueron: Gerardo Da Prá, Alberto Degiovanangelo, Francisco Di Matteo, Enrique Fassanello (años siguientes Preparador Físico del club), Carlos Fernández, Daniel Fierro, Julio Palatino y Juan Vigna, entre otros.

La llegada de Granger a Uruguay

Los problemas políticos de la institución se reflejaron claramente en el básquetbol, donde en 1979 la subcomisión quedó acéfala, como consecuencia de la crisis interna se José Losada se desvinculó del club, un hecho por demás significativo tomando en cuenta lo que el “Bocha” significó en tres años de pura ascendencia deportiva.
Precisamente ese año 79 llegó a Uruguay el estadounidense Jeff Granger.
Según le contó Granger a Silvia Pérez en una entrevista para el Diario El País hace unos años, la posibilidad de venir a Uruguay surgió por intermedio de su técnico en la universidad. “¿Querés ir a Uruguay, me dijo mi entrenador y yo le pregunté qué era eso. ‘Un país chiquitito entre Argentina y Brasil’, me respondió y me mandó a hablar con el cónsul uruguayo. El diplomático me mostró fotos de Punta del Este y La Paloma, con esas maravillosas playas y chicas en bikini y me dijo que hacía calor todo el año. Eso terminó de decidirme. El 23 de agosto de 1979 me subí a un avión para viajar hacia Uruguay. Traía puesto un short y una musculosa. El vuelo, que había salido de Nueva York, hacía escala en Río de Janeiro. Hacía calor y yo creí que ya habíamos llegado. Me explicaron que aún faltaban dos horas de vuelo. Me estiré en mi asiento y cuando miré a mi alrededor me di cuenta que las personas vestían tapados de piel y sacos de lana. Todos me miraban. Yo sabía sólo dos palabras en español: sí y no, y no entendía nada. Pensaba que nunca habían visto a un morocho tan grande. Cuando llegamos al aeropuerto y se abrió la puerta del avión entró un viento helado”.
Pese a todo lo habían ido a esperar a Carrasco y lo primero que hicieron fue llevarlo a pasear por la rambla. El miraba las olas marrones en la playa y temblaba dentro del auto. Para peor sus valijas no habían llegado y no tenía nada para abrigarse. Seguramente, en ese momento se acordaba del cónsul y su promesa de calor todo el año.
Había llegado para enrolarse en Nacional, pero en ese momento el equipo tricolor estaba en Segunda y en esa divisional no se permitían extranjeros. Por esa razón la primera camiseta que se puso en Uruguay fue la de Aguada.
Con el paso de los años Jeff Granger tuvo varios pasajes en Nacional y quedó definitivamente identificado con la casaca tricolor, a pesar de colocarse otras camisetas, pero sin duda alguna que Granger se convirtió en el mejor estadounidense que vistió la blusa alba.
Retomando el capítulo del año 79 hay que manifestar que de todas formas se concretaron los buenos refuerzos para la plantilla de los deportistas: Sergio Pisano y Jorge Raggio.
Sin embargo fue una campaña dura, de principio a fin, con el descenso presionando constantemente. Tal es así que Nacional se salvó de caer a Tercera en el último partido del certamen. Se venció a Unión Atlética en el querido Parque Central, un 31 de enero de 1980. Dante Iocco, recientemente electo presidente de la institución se fue de la sede a la cancha para ver el desenlace del mencionado compromiso.

Retornó a Primera en 1981, con Alberto Espansandín como DT

La temporada siguiente el objetivo principal pasó a ser el ascenso al círculo de privilegio, Alberto Feuerstein tomó las riendas de la presidencia y trajo consigo a Ramón “Pirulo” Etchamendi (hermando del “Pulpa”), para regir los destinos deportivos.
La plantilla principal fue reforzada con Julio Monterroso e Ismael Rodríguez, más los estadounidenses Evans Ford y Rownnie Rogers.
Nacional ofició de local en el Cilindro y quedó gente afuera, era impresionante las recaudaciones que se generaron, algo impensado hoy día.
El año 80 fue emocionante a nivel deportivo, a pesar que se perdió un desempate increíble contra Olivol Mundial (Trouville fue el campeón de Segunda), quedando en las puertas del ascenso a Primera.
El basquetbolista Daniel Fierro declaró lo siguiente en la Revista Todo Nacional (edición número 1 de 1981): “En 1980, tuvimos grandes posibilidades de ascenso, se contrató a Monterroso, Ismael Rodríguez y a 2 americanos. Sin embargo se perdió la final con Olivol Mundial y no se logró el ascenso”.
Consultado ¿Cuáles fueron las causas para que no se haya rendido en la forma esperada de acuerdo a las grandes esperanzas hechas? contestó: “Fueron muchos los inconvenientes. Hubo un cambio de directiva, que es la que está actualmente. Como eran nuevos, en general conocían poco los problemas del básquetbol. Pero, es de destacar las grandes ansias de levantar al club. Hicieron, a mí entender, todo lo humanamente posible, cometieron algunos errores por falta de experiencia. Además, comenzamos un poco tarde a practicar. Fueron a buscar a un americano, cuando venía se lesionó y tuvieron que traer a otro. Llegaron muy sobre la fecha de iniciación del campeonato y además uno de ellos se fracturó la muñeca. Como personas eran excelentes, en especial Rogers, pero lamentablemente no eran los jugadores ideales para pretender un ascenso”.
Por su parte, el presidente de la subcomisión de básquetbol, Alberto Feuerstein, manifestó lo siguiente en la Revista Todo Nacional (edición número 1 de 1981), ante la pregunta “Con los valores que ya tenía Nacional, con los que adquirió el año pasado y a los que se han sumado este año, Nacional ha formado un equipo espectáculo. ¿Qué perspectivas ves para el 81?”: “Mira, yo por naturaleza soy optimista y tengo por suerte mentalidad ganadora. Si me lo preguntas ahora te digo que Nacional es el campeón, ahora al final del campeonato quizás tenga que decir que me equivoqué. Debemos si esperar (es lo único que cabe) que llegue a buen fin el tan mentado caso Larrosa, quien ha declarado públicamente que si lo habilitan en el único club que quiere jugar es en Nacional. Esto es muy importante porque la afición de Nacional puede tener presente que la comisión de básquetbol ha buscado no solo jugadores de categoría, sino también personas de bien que se brindan íntegramente a la institución”.
Y después de “seguir remando” Nacional retornó al Federal de Primera División tras consagrarse brillantemente campeón el 20 de diciembre de 1981, superando 91-79 a Welcome en el abarrotado gimnasio de Atenas que lucía más de mil espectadores en las gradas.
Aquella jornada defendieron nuestras filas: Luis Larrosa (18), Daniel Fierro (0), Julio Dell´Acqua (6), Julio Monterroso (20), Edgardo Irrazábal (22), Ismael Rodríguez (25) y Gerardo Da Prá (0).
Fue un año completito, pues se consiguió además el Torneo Preparación.
Para ello se contrató al DT Alberto Espasandín y a dos figuras locales: Irrazábal y Larrosa, además del estadounidense John Douglas Morread. Estos se sumaron a: Dell’Acqua, Fierro, Monterroso y Rodríguez.

Nacional fue campeón invicto en dos liguillas

Nuevamente en Primera División, tras 23 años de ausencia en la máxima categoría la apuesta iba a ser más fuerte, a pesar de las limitaciones reglamentarias que tenía la FUBB (solo cuatro no oriundos en las plantillas de doce jugadores en cada match).
Para 1982 se mantuvieron: Irrazábal, Larrosa y Monterroso, como principales figuras, adosándoseles al panameño Ernesto Malcom. A su vez Dell’Acqua y Fierro alternaban entre los cinco iniciales. Por su parte, Ismael Rodríguez no tuvo tanta continuidad por el mencionado reglamento y sus participaciones fueron esporádicas, lo cual mermó la situación deportiva del equipo.
Fue un campeonato duro de digerir, doce equipos a tres ruedas todos contra todos, sin embargo Nacional entró entre los seis mejores y clasificó a la Liguilla.
Y el hexagonal fue ganado brillante y sorpresivamente, y en calidad de invicto después de superar a los cinco rivales.
El último juego resultó ser el 18 de marzo de 1983 y ante Bohemios (103-99). Aquella jornada memorable y frente a 6.000 espectadores en las gradas del Cilindro Municipal, Nacional alistó estos deportistas: Luis Eduardo Larrosa (25 puntos), Edgardo Irrazábal (6), Julio Monterroso (10), Ernesto Malcolm (34), Jeffrey Granger (24) y Fernando De León (4). El cotejo fue de trámite excepcional, con el marcador abierto para las dos escuadras, a tal punto que se realizó un alargue tras igualdad en 91 puntos.
Ya con vistas al Federal de 1983 Espasandín siguió como DT y se mantuvo la base de la plantilla del año anterior. Esto motivó que se consiguiera el vicecampeonato en el Federal y que Monterroso fuera premiado por El Diario como el mejor marcador del campeonato tras su gran actuación.
En la plantilla principal también estuvieron: Leonel Briozzo, Daniel Di Bello, Andrés La Paz, Marcelo Poyet, Daniel Taibo y Pablo Vincent. A ellos se les agregaron los juveniles Fernando de León y Luis López, que tuvieron buenos desempeños en el año, y cerrando la temporada se incorporó a los estadounidenses William Cole y James King.
Pero el broche de oro de aquella temporada fue que se logró otra vez la Liguilla de forma invicta jugando en la última jornada frente a 7.000 espectadores y en el Cilindro Municipal contra Bohemios, ganando el tricolor en cifras de 102 a 90 el 20 de febrero de 1984.
Fue un partido increíble, faltando solo cinco minutos para el final Nacional caía en cifras de 83 a 72; la garra tricolor se impuso y con un parcial de 30 a 7 se dio vuelta el partido para festejar floreándose ante uno de los mejores equipos de aquel entonces.
La formación alba contra el albimmarón fue la siguiente: Wilbur Cole (20 puntos), Luis Eduardo Larrosa (22), Jeffrey Granger (38), Julio Monterroso (4), James King (8), Ismael Rodríguez (10), Fernando De León (0) y Julio Dell´Acqua (0).
Para completar lo excepcional de aquella labor Granger fue premiado como el mejor jugador de la Liguilla y Cole fue galardonado como el mejor marcador del evento.
Destacar que en las liguillas conseguidas hubo clásicos ante Peñarol, los cuales se ganaron 84-82 (2 de marzo de 1983) y 87-80 (17 de febrero de 1984).
Año 1984, lleno de incertidumbres, y una alegría que retomó viejos capítulos de Nacional y la Selección. Luis Eduardo Larrosa fue citado para los Juegos Olímpicos que se desarrollaron en la ciudad de Los Angeles (Estados Unidos).
Ese seleccionado fue dirigido por el ex DT bolso, Ramón Etchamendi y finalizó sexta. Destacar que Larrosa también defendió a Uruguay en los mundiales de 1982 y 1986.

Más descensos y asensos en los ochenta y noventa

Lamentablemente el cierre del año 1984 trajo consigo dos hechos determinantes que a la postre desencadenaron con la picada inevitable a Segunda División meses más tarde.
Alberto Feuerstein, presidente del básquetbol desde 1980 a la fecha se reunión con los dirigentes de la institución y calculó que el presupuesto para financiar la temporada teniendo a Nacional en los primeros puestos sería de un millón de nuevos pesos.
Pero la directiva aportó apenas 108.000 de los mencionados. A raíz de ello y al no sentirse respaldado Feuerstein dio las gracias y renunció al cargo el 19 de diciembre de 1984 luego que Nacional superó a Aguada en cifras de 100 a 79; siendo este el epílogo inesperado de un ciclo brillante para la institución.
Y otra vez los cambios en los sistemas de disputa, llegaron los playoffs y las rondas de descenso para la temporada de 1985. Tras definir una serie ante Trouville a principios del 86, los rojos de Pocitos enviaron a Nacional a Segunda División, con Granger incluido.
Pero la recuperación fue rápida y Nacional dirigido técnicamente por Enrique Yahn culminó vicecampeón del Federal en 1986 y ascendió nuevamente a Primera.
El tricolor Fernando De León fue el goleador del campeonato y además se efectuó la incorporación inédita de Milton Larralde (único equipo que jugó fuera de su querido Tabaré). Entre las figuras sobresalieron los trabajos de: Ricardo Brussone, Luis López, Antonio Pedrido, Marcelo Poyet, Gabriel Vallari y Pablo Vincent.
El reglamento del año 86 indicó además que los dos clubes ascendidos ingresaran en la Liguilla, en la cual Nacional (que incorporó a Wilfredo Ruiz además de dos estadounidenses) cayó ante Bohemios en un partido de corte dramático y en el cual hasta hoy día se discute el título ganado por el albimarrón de Pocitos en la última pelota que se jugó por aquel verano de 1987.
La campaña del 87 fue cerrada con un quinto lugar en la Liguilla del verano de 1988.
Cinco temporadas consecutivas permaneció Nacional en la máxima categoría, y una floja labor en 1991 lo colocó otra vez en Segunda, la escuadra alba solo pudo ganar ocho de los veintisiete partidos que disputó ese año.
En 1992 comenzó la temporada con el noveno lugar en el Torneo Preparación, lo cual presagió una floja actuación para el resto del año. Pero los números no fueron tales, pues los mismos arrojaron un fabuloso balance para el equipo que condujo Jorge Campaña, ya que se consagró campeón de forma espectacular en Segunda tras conseguir 21 victorias sobre 26 juegos disputados.
El plantel parquense fue conformado por: Elías Alderete, Luis Carpio, Renzo Cianciarullo, Fernando De León, Jorge Luis De Pena, Mauricio Delgado, Washington García, Sergio Jaurena, Luis López, Diego Muñoz, Gustavo Oddone, Gonzalo Pereyra, Julio Rodríguez y Luis Vázquez.
El viernes 23 de julio de 1993 se hizo una fiesta en la sede del club en la cual el recordado historiador Jesús Arrieta Fontana fue homenajeado y además brindó una charla sobre la actuación de Nacional en la historia del basketball uruguayo.
Y precisamente en el 93 el tricolor se fue nuevamente a Segunda. Y peor aún fue la campaña de 1995 que lo depositó en Tercera categoría, la que abandonó al año siguiente tras consagrarse vicecampeón.

Con Wilfredo “Fefo” Ruiz en su esplendor el “dream team” ascendió de nuevo

Para el año 1997 Nacional confió en Wilfredo “Fefo” Ruiz y este extraordinario goleador respondió con creces siendo factor fundamental para el ascenso con partidos donde apareció “El fefo de siempre”.
Este plantel estuvo formado con figuras de la talla de: Ramiro Aldecosea, Jeff Granger, Luis Eduardo Larrosa y Horacio Perdomo, entre otros, por lo cual se le conoció como “el dream team de segunda”.
El equipo albo tuvo como DT a Pedro Pereira, que logró su primer ascenso en filas albas.
Lamentablemente las irregulares campañas lo depositaron al club nuevamente en Segunda categoría, tras descender en 1999.
De todas formas se consiguió el ascenso a Primera en 2001, con un plantel dirigido otra vez por Pedro Pereira (que sumó su segundo ascenso con el parquense), y que estuvo compuesto por los siguientes basquetbolistas: Iván Adorian, Martín Barrenechea, Jhon Coria, José Fernández, Ignacio González, Friddy Hammer, Diego Hernández, Germán Oddone, Luis Olejnik, Marcelo Pérez, Enrique Quinteros, Ignacio Risso, Alex Rodríguez, Darío Trigo y Bruno Véigas.
El Parque Central fue testigo del ascenso, con una estupenda victoria sobre Tabaré en cifras de 101-83.
Pero al igual que años anteriores no se pudo mantener la categoría y el bolso se fue de nuevo a la “B” en el 2002.
Desde la creación del Torneo Metropolitano (año 2004) el mejor desempeño tricolor se observó en 2008, cuando se llegó a la final de la Liguilla por el segundo ascenso, el cual se perdió frente al club Aguada en el Cilindro Municipal tras arduas finales.
La plantilla de Nacional fue formada con: Fernando Alvarez, Veimares Alvarez, Luis Carpio, Gastón Cavalli, Christian Cieslinkas, Federico Curbelo, Marcelo De Andrade Correa (Brasil), Juan Ignacio Gómez, Marcelo Manicera, Matías Mansilla, Tabaré Martínez, Daniel Mateu, Gonzalo Meira, Matías Rivas y Diego Soarez.
Entre las filas parqueases también se puede destacar lo realizado por Esteban Batista en el Metropolitano de 2004, cuando la escuadra tricolor quedó en el camino frente a Sayago. Batista, hincha del club, tuvo un año sensacional marcando en varios partidos más de treinta puntos en su cosecha personal. Eso le valió a Nacional meterse en play offs, y de haber superado a su par de Sayago el bolso hubiera logrado un nuevo ascenso.
En las últimas temporadas, el básquetbol del ascenso es un torneo en el cual la lógica impera claramente, aquellos equipos que se refuerzan bien ascienden y los que no lo hacen terminan jugando por no descender. Nacional es fiel muestra de ello, un club que en basket no tiene apoyo ninguno y el cual los dirigentes entusiastas que se mantienen (presididos por Walter Grignetti desde hace varios años) solo esperan con ansias participar en Segunda División con varios sobresaltos económicos y deportivos.

Alberto Feuerstein, el más grande que vistió la casaca alba de 1943 a 1959

Alberto Feuerstein militó en Nacional durante 16 años (1943 a 1959), cuando encaró al aro frente a sus rivales se sabía que era gol seguro, a pesar que solo medía 1,71 metros de estatura. La velocidad y la definición eran sus especialidades, grandes cualidades que lo llevaron a estar siempre entre los máximos artilleros del baloncesto charrúa.
Su amor por Nacional fue tan grande que en el año 1949 cuando se cumplieron los 50 años del Club Nacional de Football lo distinguieron como el portador de la bandera tricolor desde el Parque Central al Estadio Centenario, donde se celebró la fiesta aniversario. “En tiempos en que estaban los fenómenos del fútbol, Atilio (García), Ciocca, Nacional me dio ese privilegio y de eso no me olvido más”, confesó con emoción.
Feuerstein se incorporó a los menores de Nacional con 14 años en 1943 y ya al año siguiente debutó en Primera frente a Biguá y en el Parque Central.
Su notable desempeño a pesar de su corta edad motivó que en 1946 fuera convocado a la selección de Segunda y defendió á la celeste en la Copa Municipios del Plata frente a Argentina.
En el año 1947 fue campeón con Nacional en el Federal de Segunda y también se consagró máximo artillero de la Federación Uruguaya, a pesar que jugó en el ascenso y que en Primera había fenómenos del seleccionado mayor.
Tras su retiro, en los años sesenta cuando Nacional militó en Segunda llegó a dirigir una temporada, eran tiempos duros en los que no hubo dinero y por ello él tomó la posta como director técnico, pero no le gustó la experiencia y dejó de dirigir.
“En 1980 me llamó Dante Iocco y me ofreció presidir el básquetbol. Estuve varios años y viví momentos inolvidables. Ganamos dos Liguillas. Hasta que un día me di cuenta que no era para mí porque a mí no me gustaba deberle un peso a nadie, y si el club se comprometía a pagar había que hacerlo. Mientras estuve se pagó hasta el último peso”, dijo Feuerstein.

RESEÑA HISTORICA DE NACIONAL EN BASQUETBOL
AÑO   INCIDENCIA
1931    Se afilia a la FUBB
1934    Vicecampeón Federal de Primera División
1935    Campeón Federal de Primera División
1936    Vicecampeón Federal de Primera División
1937    Campeón Federal de Primera División
1942    Campeón del Torneo Preparación de Segunda División
1947    Vicecampeón Federal de Segunda División
1947    Copa Franklin Delano Roosevelet (invicto)
1947    Torneo Domingo Martínez Bullesich
1949    Torneo Especial de la FUBB “Pro ayuda al Ecuador” (invicto)
1958    Campeón Federal de Segunda División
1958    Campeón del Torneo Preparación de Segunda División
1964    Campeón Federal de Tercera División
1976    Campeón Federal de Cuarta División
1978    Campeón Federal de Tercera División
1981    Campeón Federal de Segunda División
1981    Campeón del Torneo Preparación de Segunda División
1982    Campeón de la Liguilla de Primera División
1983    Vicecampeón Federal de Primera División
1983    Campeón de la Liguilla de Primera División
1986    Vicecampeón Federal de Segunda División
1986    Vicecampeón de la Liguilla de Primera División
1992    Campeón Federal de Segunda División
1996    Vicecampeón Federal de Tercera División
1997    Campeón Federal de Segunda División
2001    Campeón Federal de Segunda División
2008    Vicecampeón de la Liguilla del Metropolitano de Segunda División